AFICHE, CARTEL O POSTER

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CONCEPTO

Es un medio de comunicación que hace uso de papel, tela u otro material en el que aparecen figuras o textos, exhibidos con fines de información o propaganda.

Como su lugar de acción es la calle y su duración es pasajera, el cartel debe ser perceptible en fracciones de segundos y de fácil retención. Utiliza por regla general, dos tipos de lenguaje: el icónico (las imágenes) el lingüístico (las palabras). Puede existir un cartel sin texto escrito, pero es muy raro que no tenga imagen. Existen diferentes tipos de carteles: comerciales, políticos y culturales. Una modalidad de cartel de uso privado y casero es el póster, que tiene, principalmente, una función decorativa.

Los Afiches son la pieza gráfica más fácil de desarrollar, y a la vez la que debe ser mas vendedora por sí sola, siendo “un vendedor con el vendedor ausente”. Debe de ser lo más directa y concisa posible, causando un impacto visual en el público y llamando su atención; debe de destacar sobre todo lo demás y debe de dejar clavada en la mente un mensaje que debe de durar y en una recordación inmediata asociándola al producto dentro de la mente del consumidor. Debe de ser llamativa, ya sea a través de su tipografía, colores, diagramación, imagen, conceptualización e incluso por la disposición y tamaño del mismo. El afiche es un medio de comunicación que hace uso de una lámina, generalmente de papel, en la que aparece la imagen y la palabra con la finalidad de presentar información.

INTRODUCCIÓN

Cartel o Póster, pliego de papel, de gran formato, impreso con anuncios o avisos, producido de forma masiva para su exhibición en público. Por lo general, se componen de una imagen a color y un breve texto o una marca identificativa. Normalmente, tienen fines comerciales —anunciar productos o publicar acontecimientos—, pero también pueden ser recomendaciones de educación pública, instrumentos de propaganda o meras obras de arte sin un mensaje particular. Los carteles nacieron en el siglo XV con la invención de la imprenta. Los primeros, que generalmente no iban ilustrados, daban aviso de proclamaciones reales, decretos municipales, ferias y mercados y, en algunos casos, anunciaban libros. En los siglos siguientes a veces estaban ilustrados con pequeños grabados a fibra, pero su producción no era fácil por lo que no eran muy comunes. Los pósteres no empezaron a tener su aspecto actual hasta el siglo XIX.

HISTORIA

clip_image002La antigüedad de los anuncios públicos impresos se remonta aproximadamente al siglo XV, con la invención de la imprenta. Por lo general sin ilustraciones (el nivel técnico no lo permitía). El cartel como se conoce en la actualidad, no emergió hasta pasado la segunda década del siglo XIX y, según numerosos historiadores, alrededor de 1860, cuando dos acontecimientos de vital importancia marcaron la era moderna de su producción:

1º. El comienzo de la industrialización en gran escala, la cual creó la necesidad de una promoción extensa.

2º La segunda fue la invención, en 1798, de la litografía, un nuevo método de impresión facilitó a los artistas la inclusión de ilustraciones coloreadas en los carteles.

Como es de suponer, la producción de los mismos aumento hacia la primera mitad del siglo XIX. Al mismo tiempo, aparecieron por primera vez los carteles de teatro, a menudo con ilustraciones de corte realista que representaban determinadas escenas de las obras anunciadas. Casi todos estos pósteres eran prosaicos y sencillos

Pero no fue hasta 1867 que los carteles dejaron de ser literales y carentes de imaginación, debido al trabajo primero de los grandes artistas gráficos modernos. El francés Jules Chéret, fue quien revoluciono totalmente el medio dando a la ilustración un papel predominantes; realizando un cartel anunciador de una representación teatral a cargo de Sarah Bernhardt y a partir de ese momento el arte del cartel empezó a hacer gala de todas sus posibilidades. Chéret fue el primer artista moderno de carteles. En vez de escenas realistas dibujo figuras idealizadas, enfatizando en la belleza, la vitalidad y el movimiento, y se especializó en el cartel teatral caracterizado por un texto mínimo.

Los métodos de Chéret se extendieron rápidamente a Europa y a América y, aplicados tanto a los carteles teatrales como a los de publicidad de productos comerciales, dieron lugar a un arte del cartel, visualmente encantador, que apelaba directamente a los sentidos y resultaba comprensible también para los analfabetos. Esta nueva vitalidad en el arte del cartel atrajo hacia el género a numerosos artistas conocidos, alcanzando su punto culminante en la década de 1890, con las innovaciones introducidas por algunos representantes del Art Nouveau y por los pintores franceses Henri de Toulouse-Lautrec y Pierre Bonnard.

Ya a finales del siglo XIX, el pintor Henri de Toulouse-Lautrec realizo significantes transformaciones en el contenido y el estilo de este medio, introduciendo extensas áreas de color inspirado en los grabados japoneses y reemplazando las figuras femeninas idealizadas por modelos más naturalistas y hasta caricaturizados.

clip_image004Toulouse-Lautrec, abandonó el impresionismo lírico de los estilos precedentes para utilizar nuevas técnicas. Las figuras femeninas idealizadas de las épocas anteriores fueron sustituidas por personas reales, aunque sutilmente estilizadas, formando viñetas, como una mujer bebiendo en un bar, o un caballero y una dama sentados a una mesa besándose. El artista redujo la importancia del texto, obligando al espectador a concentrar su atención en el aspecto pictórico del cartel. Una de las últimas obras de Toulouse-Lautrec es su cartel Jane Avril (1899) en el que, con excepción del nombre de la artista, el texto ha sido completamente eliminado, y constituye el prototipo de todos los carteles modernos, puramente pictóricos.

Por su parte los artistas del Art Nouveau introdujeron un estilo pictórico alternativo al de Toulouse-Lautrec creando carteles de imágenes exóticas y estilizadas por medio de líneas fluidas y de elegantes formas alargadas. Entre los artistas de carteles estilo Art Nouveau más representativos se encuentran el inglés. Aubrey Beardsley, el francés nacido en Checoslovaquia Alphonse Mucha, el belga Henri van de Velde, las hermanas escocesas Frances y Margaret MacDonald, el estadounidense Will Bradley, el austriaco Gustav Klimt y el holandés Jan Toorop. Van de Velde, con su cartel Tropon (1899), marcó un hito y un estilo totalmente nuevo en esta parcela del arte, al eliminar totalmente las figuras humanas y sustituirlas por un dibujo abstracto. Dentro de esta corriente modernista destacan en España Ramón Casas, autor del célebre cartel de Anís del mono y Santiago Rusiñol. Cada uno de estos artistas marcaron con sus respectivos talentos y capacidades de invención un camino para la cartelística de nuestro siglo.

Sin ser un artista muy prolífico, Bonnard introdujo una importante innovación en esta modalidad artística. En un cartel anunciador del periódico La Revue Blanche, realizado en 1894, utilizó el texto como parte integral de la ilustración, entrelazando las letras con el dibujo y empleando como fondo palabras en caracteres muy pequeños. Este nuevo estilo ejerció un efecto vigorizante sobre el posterior diseño de carteles que duró hasta bien entrado el siglo XX.

Con la Primera Guerra Mundial de 1914 a 1917 el diseño grafico sufrió una abrupta transformación, así el arte del cartel experimentó un cambio radical, ya que los carteles se utilizaron como instrumentos de propaganda y también para llamar a filas y para vender bonos de guerra. Su estilo se hizo más crudo comparado a su trayectoria previa, lo que resultaban artísticamente tosco, pero con un mensaje contundente.

Durante los años 20 y 30 el diseño cartelístico absorbió diversas influencias del arte moderno en un amplio perfil que abarcó desde las principales capitales Europeas hasta Estados Unidos y Latinoamérica. Nutrido por el surrealismo, el cubismo, Dadá, Art Deco y otras significativas tendencias y movimientos, el cartel se enriqueció notablemente, y más aún con el surgimiento de dos nuevas vertientes: los afiches de viajes y de cine. El éxito alcanzado por el cine mudo y, después de 1929, por el cine sonoro, acarreó un enorme aumento en la producción de carteles cinematográficos y constituyen una ramificación única y especial dentro de la gráfica. Los carteles no comerciales alcanzaron también gran importancia, los cuales eran realizados por artistas, sobre todo en Alemania y en Rusia. Los dadaístas John Heartfield, George Grosz y El Lissitzky, experimentaron con carteles fotográficos (en lugar de pintados), haciendo complejos fotomontajes con fragmentos de diferentes fotografías. La escuela alemana de la Bauhaus, en Weimar, Dessau y Berlín, fue la pionera en crear nuevas formas de arte gráfico, integrando el texto del póster en el dibujo y utilizando, en algunos casos, las palabras o las letras para componer todo el dibujo. La obra del artista estadounidense, austriaco de nacimiento, Herbert Bayer situó el dibujo gráfico de carteles en un nivel de refinamiento no igualado hasta la década de 1960. Por su parte el período que siguió a la Segunda Guerra Mundial 1939 –1945, significo una adaptación y refinamiento de trayectorias y estilos más antiguos. La principal innovación de la era de la posguerra fue el cartel puramente pictórico, sin propósitos comerciales o de propaganda, solamente portador de un mensaje artístico, con lo que se enraizaron los actuales caminos de la cartelística que con el advenimiento de la década de los años 60 y su regeneración de las formas del arte popular, comenzando con la música pop, llevaron a un nuevo interés en la manifestación que ha perdurado hasta el siglo XXI. Los Pintores como los españoles Pablo Picasso y Salvador Dalí, el francés Henri Matisse, el suizo Max Bill y el estadounidense Roy Lichtenstein, realizaron carteles, de la misma forma que los artistas gráficos de Estados Unidos Peter Max, Milton Glaser y Tomi Ungerer. En Latinoamérica destaca la escuela cubana, que desarrolló un estilo propio, encabezado por el diseñador gráfico Félix Beltrán. Actualmente, los anuncios a través de televisión, radio y de imágenes fotográficas en multitud de periódicos y revistas, ponen en tela de juicio la efectividad del cartel y el papel que desempeñaba el artista en su diseño. Sin embargo, las agencias publicitarias han reaccionado produciendo carteles fotográficos muy llamativos visualmente y de gran calidad.

CARACTERISTICAS.

Un cartel o un póster puede llamar la atención por su tamaño, por el diseño gráfico, por los colores y por la proporción entre el lado largo y corto del papel. Gráficamente un cartel debe presentar un correcto balance de todos los elementos que contiene. Los gráficos, fotos y textos deben representar una línea de comunicación que permita al ojo humano (y al cerebro) ir de un punto de información a otro. Y esto origina movimiento y dinamismo. Los puntos de información no son colocados accidentalmente sino que son creados por el diseñador para influir en el lector.

1. Suele exhibirse en una zona pública y deberá competir tanto en su entorno como con otros carteles. El cartel sólo será visto durante una fracción de segundos por un transeúnte motorizado.

2. Tienen el don de la ubicuidad, porque está en todas partes.

¿COMO DISEÑAR UN CARTEL O UN POSTER?

El diseño de un cartel publicitario o un póster es uno de los retos más atractivos que un diseñador puede encontrar en su trabajo, ya que existe una diferencia fundamental con otros medios de comunicación gráfica: un cartel o un póster están hechos para llamar la atención a las personas "mientras están en movimiento". Cualquier otro medio de comunicación como un catálogo, revista, folleto son diseñados para que el cliente pueda leerlos sentado y con atención. Un póster debe llamar la atención inmediatamente y debe provocar una reacción en el público. Los carteles o pósters son empleados, entre otros usos, para publicitar un acto social, deportivo o empresarial o para promocionar un servicio, vender un producto o desarrollar una actitud.

¿COMO SE DISEÑA UN CARTEL O POSTER?

En un cartel, los textos y los tipos de letras son elementos importantes que deben ser realzados usando distintos colores y diferentes tamaños. Esto ayudará a los clientes a leer el cartel con facilidad. Para ello, hay que seleccionar un tipo de letra ancha, negrita y con un tamaño de letra grande (mínimo 16 puntos) para los encabezamientos. Si el cartel tiene distintos encabezamientos, emplearemos dos o más tamaños de letra. El color del texto debe tener contraste con el color de fondo: si el fondo es oscuro, utilizar letra clara y viceversa.

¿Y QUE DIBUJO EN UN CARTEL?

Cuanto menor sea el contenido, mejor, y si tiene que aparecer mucha información, intente que los datos sean gráficos. Antes de comenzar, hay que plantearse un boceto escrito y gráfico que responda a estas preguntas: ¿A quién va dirigido? ¿Qué idea básica y fundamental presento en el cartel? ¿Cuándo lo presento: fecha de inicio, promoción, etc? ¿Cómo lo presento? Y por encima de estas preguntas, una: ¿Qué le interesa leer al público? El público debe obtener un beneficio (tangible o intangible) al ver el cartel. Estas preguntas, a modo de test, ayudan a determinar qué es lo que estamos ofreciendo a nuestros clientes, ayudan a reducir los gastos de publicidad sin resultados comerciales y ayudan a rentabilizar la comunicación con los clientes.

PARTE DE LOS AFICHES

OBLIGATORIAS

OBSIONALES

a. Slogan

a. Titular

g. Producto

b. Logotipo

b. Imagen

h. Subtitular

c. Mascota, Isotipo o Monograma.

c. Cuerpo de texto pequeño que no contenga mas de 10 cm Ancho y 10 líneas de alto

i. Nombre de las personalidades

d. Dirección

j. Reparto estelar.

e. Día / hora / fecha / lugar

k. Pie de cierre

f. Orlas, viñetas

l. Lugar de venta de entradas

FORMATOS DE LOS AFICHES

Los tamaños que se emplean para desarrollar afiches son:

a. 25 x 35 cms. (Medio afiche)

b. 35 x 50 cms. (Este es el mas empleado en los medios de la publicidad y es llamado “Standard”)

c. 40 x 60 cms

d. 70 x 100 cms. (Este es para casos excepcionales).